lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Qué perfume usa su perro?

Estoy en mi ventanilla tranquilamente y la esclusa pita. Mi jefa me apremia:

-Zarzamora, da al botón de apertura, que viene Doña Azucena, la condesa.

Doña Azucena entra con unas gafas de sol grandes, su bolso de firma y otro bolso, también de firma, con una pequeña ventanita. Dentro hay un perrito blanco. Se sienta de inmediato en la mesa de mi jefa.

-Doña Azucena, pero que cosita tan mona trae aquí. A ver, deje salir al perrito ¿Cómo se llama?

La condesa saca al perrito de su bolso de cuero y lo deposita sobre la mesa, al tiempo que explica que se llama Copito, que al ser tan pequeño es fácil llevarlo de viaje y que es un poco caprichoso.

Mi jefa se extasía con Copito. Yo, en la ventanilla, al oírla, pienso que Copito ha debido mutar a bebé de tres meses, porque no es normal decir tantas memeces seguidas.

-¡Pero que guapo eres tú, mira que naricita tan mona tiene! ¿Te gusta el Banco? ¿Te gusta estar aquí Copito? Pero que ideal es, Doña Azucena.

El teléfono suena, el público espera...Da igual, Copito es el gran protagonista. Se acercan el director y otro compañero y también dedican carantoñas -algo más discretas -a Copito. Mi jefa hunde su nariz en el pelaje blanco del perrito. Aspira su fragancia.

                                                     
                                            
-Y que bien hueles chiquitín. ¿Usa un champú especial para él, Doña Azucena?

Y Doña Azucena contesta orgullosa:

-Sí, claro, tiene un champú especial, pero ahora huele así de bien porque le he echado un perfume para perros. ¡Uy, tú no sabes el precio que tienen estas cosas! Probablemente su perfume cuesta más que los tuyos.

Yo lo oía mientras atendía sin parar a la clientela de ventanilla e hice un rápido cálculo: Yo, que me compro las colonias en Yves Rocher, seguro que con el precio del perfume de Copito podía comprar colonia para cinco años.

No sé qué asunto bancario llevó a la condesa ese día a nuestra oficina, eso lo he olvidado. Pero como veis, se me ha quedado grabado el "glamour" del perrito. Aunque creo que de tanto ir en la bolsita, Copito está engordando por falta de ejercicio. ¡Ay, perrito, no se puede tener todo en esta vida!

2 comentarios:

  1. Espero que Doña Azucena, para mostrar el amor que siente por su pequeño Copito, le haya abierto una cuenta de ahorros y un plan de pensiones, que las cosas no están como para vivir al día sin una "hoja de ruta" para protegerse de los posibles vaivenes del incierto futuro.

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  2. El "no se puede tener todo en la vida" también es aplicable a Doña Azucena... Esto demuestra que el tener mucho dinero no está reñido con la estupidez.

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